Mary Vilner vive con su padre, anciano y enfermo, en una modestísima casa en la granja de Doomsday, propiedad del millonario Percival Fream. Este propone a Mary ser su esposa. Pero Mary, que ve en esta propuesta una manera de tener acceso a la comodidad material para ella y para su padre, está muy dudosa. En secreto, ama a Arnold Furze, un agricultor que trabaja en Doomsday.