"Con el trágala, trágala, trágala... Con el trágala, trágala, perro!" era el estribillo de una tonadilla a la que se le ponían letras diferentes, por lo general satíricas, y que cantaban los mendigos por las plazas y mercados de Madrid, allá por el último tercio del siglo XIX, con objeto de recibir unas monedas del auditorio... Estamos en los convulsos tiempos de la 1ª República Española , días para revoluciones y, también, para milagros, para clericales y para los dispuestos a la quema de los conventos... A La Monja de las llagas, enclaustrada en un convento de la capital española, un día le aparecen los estigmas de Cristo: primero en las manos y pies, luego en el costado... Credulidad en unos y sospechas en otros.