II Guerra Mundial. Antonio Capurro, ladronzuelo disfrazado de cura, es arrestado por el oficial Cottone. Entonces, durante un bombardeo el granuja consigue hacerse con el uniforme del militar, dejándole la sotana. Comienza así una serie de cómicas desaventuras para los dos, que deben evitar a los nazi-fascistas que ocupan el país y ayudar a los soldados aliados.