Narra la historia de cuatro chicos judíos durante unos días de verano en el country club al que sus padres los llevan, en las afueras de Buenos Aires, en 1993. Dentro del club, los cuatro se definen como outsiders, puesto que no participan de las actividades deportivas que ahí se practican, y por tanto no encajan en la lógica que gobierna el lugar, siendo permanentemente molestados y burlados por el resto de los niños de su edad.