Después de haber estado a punto de conseguir varias veces un título, Daniel, un joven boxeador, es derrotado una vez más. Tras el fracaso, comete un robo y es encarcelado. Guillermo, un policía autodestructivo y atormentado por su homosexualidad latente, chantajea a Daniel ofreciéndole la libertad a cambio de que cometa un asesinato dentro del presidio. Una vez ejecutado el encargo, Daniel vuelve a boxear; pero esta vez la búsqueda del dolor para paliar su sentimiento de culpa lo ha convertido en un boxeador más agresivo. Recuerda la última conversación con el hombre al que asesinó, en la que le hablaba de su mujer, y decide conocerla. Esa relación entre el asesino y la viuda de su víctima le parece peligrosa a Guillermo, que intenta impedirla.