Tras la muerte del anterior director del instituto, el nuevo director, al ver el bajo rendimiento de los alumnos, crea un nuevo plan de estudios que consiste en que cada alumno elija las asignaturas, así, motivados, rendirán más. No solo no rinden, sino que las asignaturas más concurridas son la de educación sexual y tiro con arco, quedando las demás clases vacías. Esto provoca que los pasillos del instituto se conviertan en una “ciudad sin ley".