Christián Calahorrano cuenta una pequeña historia sobre su bisabuelo, Segundo Acosta. A partir de una anécdota que le ha compartido Rafael Acosta, su abuelo; realiza un viaje de investigación y búsqueda, de Quito a Ambato, con la intención de recuperar la memoria de su antepasado, y evitar que su recuerdo se pierda en el aire.
“Acosta” es una carta para Segundo Manuel Acosta, con su ausencia, su bisnieto busca y recorre los pasos que él una vez ha dado, y en el trazo que marcó, verlo en el presente.